jueves, 27 de agosto de 2015

Creo que me van a matar los celos, me va a matar seguir haciéndome la que está todo bien, me va a matar seguir sentada acá. Me va a matar no decir lo que siento, me va a matar no explotar. Me va a matar no verte, pero también me va a matar verte.
No sé como hacer para empezar a decir lo que realmente pasa por mi cabeza. Tengo mucho miedo de que se enojen, o me dejen, o me dejen de querer. Porque eventualmente todos me dejan, o se enojan, o me dejan de querer. Siempre es el mismo círculo neurótico de acción. Todos me aman hasta que me conocen. ¿Es que soy tan difícil de querer? ¿Le pido tanto a todos que se cansan de mí? ¿Es que siento que merezco más de lo que merezco?
Es que en realidad yo me doy cuenta de que soy una pendeja histérica, caprichosa y enojosa. No puedo evitarlo. Al principio lo que los enamora es la razón que tienen después para dejarme. Nadie me ama bien. Nadie entiende lo que hay dentro mío. Puedo contar con los dedos de una mano las personas que realmente me aman y no me piden más de lo que soy.
Soy poquito, aunque no se note. Tengo poquito para ofrecer, soy un ser frágil y dañado. Corrompido.
Estoy completamente rota desde que puedo recordar. Y es como si siempre necesitara a una persona para rellenar ese espacio que queda de mí misma, porque no puedo hacerlo sola. Una parte de mí se perdió y pido prestado de otros para poder recomponerme. Por eso soy feliz de a ratos, sólo cuando me prestan una parte de sí mismos. Pero después puf, vuelvo a estar incompleta.
Y estoy tan cansada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario